miércoles, 19 de noviembre de 2008

¡La biblia es mi guía!

El liberal que se precie tiene que ser absolutamente intolerante frente a la intolerancia. No puede consentir que clérigos y fanáticos con sus prédicas, perturben la convivencia siendo así que, para él, la libre y pacífica cooperación constituye el mayor bien social y la única vía que permite alcanzar los objetivos que la gente tan ardientemente desea conseguir.

El liberalismo reclama tolerancia para toda fe religiosa, para toda creencia metafísica; no porque le sean indiferentes tan altos temas, sino porque está convencido de que así, sin concesiones a nadie, es como mejor se asegura la paz.

Del Liberalismo de Mises cap 1.

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